Conducir en grupo es algo muy agradable. Estáis juntos, compartís la misma dirección, tenéis la misma pasión por el motociclismo y estáis en un viaje que os aleja de vuestra vida cotidiana. Para que esto funcione bien, hay que aplicar un mínimo de disciplina y normas. Descubre nuestros consejos para que un viaje en grupo sea un éxito.
Viajar en grupo significa adoptar diferentes hábitos de conducción. Hay que circular lo suficientemente cerca unos de otros para evitar que los vehículos se interpongan, manteniendo al mismo tiempo una distancia razonable que dé tiempo a frenar en caso de emergencia. Para calcular la distancia de seguridad ideal, cuenta 2 segundos entre cada moto.
Espontáneamente, un grupo de motoristas tiende a circular en fila india, pero esto plantea dos problemas:
La mejor formación de grupo es la formación escalonada (como las fichas de un tablero de damas). Cada motocicleta se desplaza al lado de la que le precede. En combinación con la distancia de seguridad necesaria, esta formación te permite apartarte en caso de obstáculo sin riesgo de colisión. De este modo, mantienes una buena visión de la carretera por delante.
Por supuesto, esta formación sólo puede aplicarse en carreteras suficientemente anchas. En carreteras con curvas pequeñas, puede que tengas que conformarte con una formación en fila india, con distancias de seguridad ampliadas. A menos que formes parte de un grupo experimentado que pueda mantener la formación escalonada en las curvas, lo mejor es pasar por todas las curvas en fila india y luego reformar la formación escalonada cuando la carretera vuelva a ensancharse.
Deja siempre claras tus intenciones a los que te rodean, especialmente si vas a cambiar de posición o de dirección. Utiliza los intermitentes, gira la cabeza, comprueba los ángulos muertos, agita las manos si los cascos no están equipados con intercomunicador. Haz todo lo posible para ser visto y comprendido por los demás usuarios de la carretera. No te precipites en tus maniobras. Circular en grupo no te permite circular de forma más temeraria que si lo hicieras solo, al contrario.
Que la moto que te precede haya realizado una maniobra no significa que debas repetirla ciegamente. Mantén tu propio análisis de la situación y actúa según tu propio criterio.
Hay que tener en cuenta que no todas las motocicletas de un grupo circulan a la misma velocidad. Debido a las distancias de seguridad y a los tiempos de reacción, un grupo de motos funciona según el principio elástico. Cuando la primera moto acelera, la última lo hará un poco más tarde. Cuanto mayor sea el grupo, mayor será el diferencial. Coloca las motos menos potentes o más pesadas y a los pilotos menos experimentados al principio del convoy. El ritmo será más lineal que al final del grupo, donde los pilotos más experimentados podrán seguir lo que ocurra.
El jefe de circulación debe anticiparse a todo el convoy y conducir con suavidad para reducir este efecto elástico. Al entrar en una ciudad, por ejemplo, debe decelerar en cuanto vea la señal de velocidad para que todos entren en grupo y respeten el límite.
Sea cual sea el tamaño de tu grupo, es esencial que mires regularmente por los retrovisores para comprobar que la moto que circula detrás de ti sigue ahí. Reduce la velocidad si la pierdes de vista. Si todo el grupo sigue esta norma, la moto que va delante de ti hará lo mismo y así sucesivamente, hasta llegar a la moto que abre el convoy. Puedes hacer esta comprobación en cada intersección o cambio de carretera. De esta forma no perderás a nadie durante el viaje.
Viajar en grupo implica ciertas normas. La norma habitual es que nadie cambie de sitio y que cada uno vuelva a su lugar en el convoy después de las paradas. Lo más importante es acordar las normas de conducción de tu grupo antes de la salida, independientemente de la experiencia y habilidad de los ciclistas presentes, para garantizar la diversión y la seguridad de todos.
En la reunión informativa de salida, identifica claramente las funciones de las personas que dirigirán el grupo. La persona que encabece la marcha debe ser la que tenga más experiencia. Debe ser capaz de seguir la ruta, indicársela a los demás y vigilar el tráfico, la carretera, sus usuarios y las motos que le siguen, anticipando las paradas en zonas suficientemente amplias, sin molestar a otros motoristas y sin arriesgarse a una colisión.
La moto que cierra el convoy requiere igualmente experiencia y vigilancia. Debe ser capaz de seguir el ritmo del impacto del efecto elástico. Regla absoluta: nunca debe haber nadie detrás de él o ella.
Cuando se circula en grupo, la moto que abre el convoy debe poder ver a la que lo cierra, al menos de vez en cuando, para asegurarse de que todos la siguen. Por ello, se recomienda que ambos motoristas lleven un chaleco fluorescente o algo distintivo para que se les pueda reconocer fácilmente. Si esto no es posible, al tratarse de un grupo numeroso, la moto que vuela alrededor entra en juego para pasar mensajes de un extremo al otro del convoy.
¿Listo para salir de viaje? No olvides comprobar la presión de los neumáticos.
